Fue esencial, además de respetar el programa de necesidades, mejorar la fachada y el acceso al local, despejar la puerta de la carpintería de aluminio preexistente, hacerla más transparente utilizando solo vidrio y aprovechar mejor el hall de entrada para ubicar la zona de shopping y exposición de producto detrás de la recepción.

Ubicamos en el lado contrario las sillas de espera y un pequeño perchero semi oculto, gracias lo cual se ordena mucho la planta y la circulación del acceso, facilitando la subida por la escalera a la planta primera.

Las soluciones estéticas pasan por reforzar la personalidad de los materiales preexistentes, como el ladrillo macizo de los muros, buscando que su dureza contraste con la suavidad del color rosa de la pintura y el pavimento del acceso, de baldosas cerámicas en espiga de pequeño formato.

El verde como segundo color corporativo, complementario y en contraste con el rosa, se introduce en el rodapié cerámico del local, además de verlo también en el textil que cierra la zona de tratamientos en la planta primera, así como en el pavimento y la pintura de la Green Room, la zona de lavado y tinte que, con una iluminación regulable, funciona también como un espacio de relajación.

Todos los elementos y estructuras metálicas están acabadas en una laca dorada alto brillo, al igual que el canteado de las baldas y otros elementos de carpintería. La última dominante en cuanto a materiales es la madera, presente en todo el suelo laminado en espiga de las distintas salas, además de en la celosía de cierre de la escalera de caracol.

El proyecto de iluminación es igualmente esencial para la estética del local, pero sobre todo para el correcto desempeño del trabajo de peluquería. Se aprovechan las bovedillas como pantalla reflectante al disponer en cada una de ellas líneas de luz led en tubos de policarbonato que irradian en todo su perímetro. Se trata de luminarias de fabricación que consiguen una luz uniforme que no genera sombras significativas para facilitar el trabajo del equipo.